Cuál es el grado más alto de celiaquía: Tipos y clasificación

Angela Garcia
Escrito por Angela Garcia

Celiaca desde los 12 años. Intento aportar a la sociedad algunos consejitos para que la celiaquía se te haga más amena y sin que la notes en tu día a día. 

La celiaquía es una enfermedad autoinmune crónica que afecta al intestino delgado y se desencadena por la ingesta de gluten, una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno. Esta enfermedad puede manifestarse de diferentes formas y grados de gravedad. En este artículo, exploraremos los diferentes tipos de celiaquía y su clasificación.

Tipos de celiaquía

Existen varios tipos de celiaquía, cada uno con características y manifestaciones específicas. A continuación, describiremos los tipos más comunes:

Celiaquía subclínica o asintomática

La celiaquía subclínica, también conocida como celiaquía silente o asintomática, es aquella en la que no se presentan síntomas evidentes. A pesar de la ausencia de síntomas, los análisis de sangre y las biopsias intestinales revelan daño en el intestino delgado causado por la ingesta de gluten.

Características de la celiaquía subclínica

En la celiaquía subclínica, los pacientes no experimentan los síntomas típicos de la enfermedad, como diarrea, pérdida de peso o dolor abdominal. Sin embargo, pueden presentar otros signos de la enfermedad, como deficiencias nutricionales, anemia o problemas de crecimiento en niños.

Es importante destacar que, aunque los síntomas no sean evidentes, el daño en el intestino delgado puede ocurrir y aumentar el riesgo de complicaciones a largo plazo si no se sigue una dieta sin gluten adecuada.

Celiaquía clásica o sintomática

La celiaquía clásica, también conocida como celiaquía sintomática, es el tipo más común de celiaquía y se caracteriza por la presencia de síntomas gastrointestinales. Estos síntomas suelen ser más evidentes y pueden variar en intensidad de una persona a otra.

Síntomas de la celiaquía clásica

Los síntomas más comunes de la celiaquía clásica incluyen diarrea crónica, pérdida de peso, distensión abdominal, dolor abdominal, vómitos y falta de apetito. Además de los síntomas gastrointestinales, también pueden presentarse síntomas extraintestinales, como anemia, fatiga, irritabilidad, retraso en el crecimiento en niños y problemas de fertilidad.

Celiaquía potencial

La celiaquía potencial se refiere a la presencia de marcadores genéticos y/o anticuerpos asociados a la enfermedad, pero sin daño intestinal evidente. En este caso, los pacientes no presentan síntomas y no se observa daño en el intestino delgado en las biopsias.

Factores de riesgo de la celiaquía potencial

La celiaquía potencial se considera una etapa previa a la celiaquía activa y puede ser un indicio de que la enfermedad se desarrollará en el futuro. Algunos factores de riesgo para desarrollar celiaquía potencial incluyen tener familiares con celiaquía, tener ciertos genes asociados a la enfermedad y tener otros trastornos autoinmunes.

Celiaquía latente

La celiaquía latente, también conocida como celiaquía silente o latente, se refiere a la presencia de marcadores genéticos y/o anticuerpos asociados a la enfermedad, pero sin daño intestinal evidente. A diferencia de la celiaquía potencial, en la celiaquía latente se ha observado daño en el intestino delgado en biopsias previas.

Diferencias entre la celiaquía latente y la celiaquía activa

La principal diferencia entre la celiaquía latente y la celiaquía activa es la presencia o ausencia de síntomas. En la celiaquía latente, los pacientes no presentan síntomas evidentes, a pesar de tener marcadores genéticos y/o anticuerpos asociados a la enfermedad. En cambio, en la celiaquía activa, los pacientes experimentan síntomas y se observa daño en el intestino delgado en las biopsias.

Diagnóstico de la celiaquía

El diagnóstico de la celiaquía se basa en una combinación de pruebas de sangre y biopsias intestinales. A continuación, describiremos las pruebas más comunes utilizadas para diagnosticar la enfermedad.

Pruebas para el diagnóstico de la celiaquía

Prueba de anticuerpos

La prueba de anticuerpos es una de las pruebas más utilizadas para diagnosticar la celiaquía. Esta prueba consiste en analizar una muestra de sangre para detectar la presencia de anticuerpos específicos asociados a la enfermedad, como los anticuerpos anti-transglutaminasa tisular (anti-tTG) y los anticuerpos anti-endomisio (EMA).

Si los resultados de la prueba de anticuerpos son positivos, se suele recomendar una biopsia intestinal para confirmar el diagnóstico.

Biopsia intestinal

La biopsia intestinal es considerada el «patrón de oro» para el diagnóstico de la celiaquía. En esta prueba, se toma una muestra de tejido del intestino delgado a través de una endoscopia y se analiza en el laboratorio para detectar daño en las vellosidades intestinales.

Para realizar una biopsia intestinal, es necesario que el paciente haya estado consumiendo gluten de forma regular durante al menos seis semanas antes de la prueba. Esto se debe a que la ingesta de gluten es necesaria para que se produzca el daño en el intestino y se puedan observar los cambios característicos de la celiaquía en la muestra de tejido.

Importancia del diagnóstico temprano de la celiaquía

El diagnóstico temprano de la celiaquía es fundamental para evitar complicaciones a largo plazo y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Sin un diagnóstico adecuado y el seguimiento de una dieta sin gluten estricta, la celiaquía puede causar daño en el intestino delgado, deficiencias nutricionales, osteoporosis, problemas de crecimiento en niños, infertilidad y un mayor riesgo de desarrollar otros trastornos autoinmunes.

Además, el diagnóstico temprano también permite a los pacientes acceder a recursos y apoyo adecuados, como dietistas especializados en celiaquía y grupos de apoyo, que pueden ayudarles a adaptarse a la dieta sin gluten y manejar la enfermedad de manera efectiva.

Tratamiento de la celiaquía

Actualmente, no existe cura para la celiaquía, pero el tratamiento principal consiste en seguir una dieta estricta sin gluten de por vida. A continuación, describiremos los aspectos clave del tratamiento de la celiaquía.

Dieta sin gluten

La dieta sin gluten es el pilar fundamental del tratamiento de la celiaquía. Consiste en eliminar por completo el gluten de la alimentación, evitando alimentos que contengan trigo, cebada, centeno y cualquier producto derivado de estos cereales.

Alimentos permitidos en la dieta sin gluten

En la dieta sin gluten, se pueden consumir alimentos naturales sin gluten, como frutas, verduras, carnes, pescados, huevos, legumbres, lácteos no contaminados y cereales sin gluten, como el arroz, el maíz y el mijo. También existen productos específicos sin gluten en el mercado, como pan, pasta, galletas y harinas sin gluten.

Alimentos prohibidos en la dieta sin gluten

En la dieta sin gluten, se deben evitar todos los alimentos que contengan trigo, cebada, centeno y cualquier producto derivado de estos cereales. Esto incluye pan, pasta, galletas, pasteles, cereales, cerveza, salsa de soja, entre otros. Además, es importante leer las etiquetas de los alimentos procesados, ya que muchos de ellos pueden contener trazas de gluten.

Suplementos nutricionales

En algunos casos, puede ser necesario complementar la dieta sin gluten con suplementos nutricionales para asegurar una ingesta adecuada de vitaminas y minerales. Esto es especialmente importante si se han desarrollado deficiencias nutricionales debido a la malabsorción causada por la celiaquía.

Suplementos recomendados para personas con celiaquía

Algunos suplementos nutricionales recomendados para personas con celiaquía incluyen hierro, ácido fólico, vitamina B12, vitamina D, calcio y zinc. Sin embargo, es importante consultar con un médico o dietista especializado antes de comenzar a tomar cualquier suplemento, ya que las necesidades pueden variar de una persona a otra.

La celiaquía es una enfermedad autoinmune crónica que puede manifestarse de diferentes formas y grados de gravedad. Los diferentes tipos de celiaquía incluyen la celiaquía subclínica, la celiaquía clásica, la celiaquía potencial y la celiaquía latente. El diagnóstico de la celiaquía se basa en pruebas de sangre y biopsias intestinales, y el tratamiento principal consiste en seguir una dieta estricta sin gluten de por vida. Es fundamental realizar un diagnóstico temprano y seguir el tratamiento adecuado para evitar complicaciones y mejorar la calidad de vida de los pacientes con celiaquía.

Preguntas frecuentes

1. ¿La celiaquía puede curarse?

No, actualmente no existe cura para la celiaquía. El tratamiento principal consiste en seguir una dieta estricta sin gluten de por vida.

2. ¿Cuáles son los síntomas más comunes de la celiaquía?

Los síntomas más comunes de la celiaquía incluyen diarrea crónica, pérdida de peso, distensión abdominal, dolor abdominal, vómitos, falta de apetito, anemia, fatiga, irritabilidad, retraso en el crecimiento en niños y problemas de fertilidad.

3. ¿Es necesario realizar una biopsia intestinal para diagnosticar la celiaquía?

La biopsia intestinal es considerada el «patrón de oro» para el diagnóstico de la celiaquía. Sin embargo, en algunos casos, los resultados de las pruebas de anticuerpos pueden ser suficientes para confirmar el diagnóstico.

4. ¿Qué alimentos están permitidos en la dieta sin gluten?

En la dieta sin gluten, se pueden consumir alimentos naturales sin gluten, como frutas, verduras, carnes, pescados, huevos, legumbres, lácteos no contaminados y cereales sin gluten, como el arroz, el maíz y el mijo. También existen productos específicos sin gluten en el mercado.

5. ¿Es necesario tomar suplementos nutricionales si tengo celiaquía?

En algunos casos, puede ser necesario complementar la dieta sin gluten con suplementos nutricionales para asegurar una ingesta adecuada de vitaminas y minerales. Sin embargo, es importante consultar con un médico o dietista especializado antes de comenzar a tomar cualquier suplemento.